Los ecosistemas de agua dulce, también llamados ecosistemas dulceacuícolas, son sistemas interactivos en el cual las especies, su crecimiento y adaptación, la productividad biológica asociada, ciclo de nutrientes, flujo de energía entre las comunidades acuáticas de microorganismos, planta y animales, están integradas con sus entornos.
Estos ecosistemas se encuentran en cuerpos de agua intracontinentales, tales como lagos, ríos, embalses, arroyos, y humedales. El estudio de estos ecosistemas lleva por nombre limnología, y evalúa cómo estas relaciones interactivas están reguladas por las variaciones naturales y artificiales del medio físico, biológico y químico.
Lagunas Mellizas con plantas de agua dulce, Parque Nacional Torres del Paine, Chile. LBM1948 / CC BY-SA (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0)
Los ecosistemas de agua dulce son algunos de los ambientes más diversos del mundo. Por lo tanto, la pérdida global de estos hábitats dulceacuícolas lleva consigo daños severos a las plantas, animales, y los humanos.
Los ecosistemas de agua dulce representan la fase terrestre del ciclo hidrológico global. Sin embargo, sólo el 0,01 % del agua del planeta es dulce y sólo una décima parte de la superficie mundial está constituida por cuerpos de agua dulce, las cuales alberga más del 10 % de las especies registradas, siendo casi el 30 % vertebrados.
Diversidad de hábitats
Los ecosistemas de agua dulce consisten de cuencas de drenaje enteras a medida que el agua se mueve desde la tierra. También consisten en escorrentías de las aguas subterráneas hasta los canales de ríos y arroyos, hacia los lagos o embalses receptores.
El contenido de nutrientes y de materia orgánica del agua que drena desde el área de captación, es modificado en cada suelo terrestre, arroyo, y humedal.
La productividad fotosintética de materia orgánica es baja en los componentes intermedios terrestres, mientras que en la interfase humedal-litoral es alta. El mismo perfil de productividad emerge en el gradiente desde la tierra a los canales del río, en donde la productividad es más alta en las regiones marginales de los llanos inundados.
La productividad fotosintética en los canales de río es baja, así como en la zona central de un lago. En este caso, la materia orgánica proviene de los márgenes a través del flujo de partículas.
Uno de los componentes más productivo de los ecosistemas de agua dulce de humedal-litoral es la comunidad de plantas epifitas sobre las plantas acuáticas. A su vez, la superficie de plantas acuáticas en los lagos y ríos puede ser muy alta, excediendo en algunos casos los 25 metros cuadrado por metro cuadrado de los sedimentos de fondo.
Plantas acuáticas
Las plantas acuáticas o también hidrófitas, son plantas que viven en ambientes acuáticos y ejercen funciones clave sobre los ecosistema de agua dulce o salada. Estas plantas se pueden encontrar permanente o temporalmente en los cuerpos de agua dulce, e incluye angiospermas, helechos, musgos, y hepáticas. Estas plantas se pueden clasificar en cuatro grupos funcionales:
- Especies emergentes: son aquellas que se enraizan en el fondo pero se extienden por encima de la superficie del agua. Se encuentran en aguas poco profundas e incluyen juncias, espadaña (Cyperaceae), juncos (Juncaceae), gramíneas (Poaceae), totoras (Typhaceae) y otras.
- Hidrófitas de hojas flotantes: son aquellas que se enraizan en el sedimento y tienen hojas que flotan en la superficie del agua. Se pueden encontrar en cuerpos de agua moderadamente profundos y en aguas de baja visibilidad, e incluyen especies de lotus (Nelumbonaceae) y lirio de agua (Nymphaeaceae).
- Hidrófitas de hojas sumergidas: se enraizan en los sustratos del fondo, pero pueden estar flotando y sus hojas son generalmente acuícolas. Se pueden encontrar en varias profundidades e incluyen especies de calitriches (Callitrichaceae), milfoil de agua (Haloragaceae), elodea, celeri silvestre, y la rana suave (Hydrocharitaceae).
- Hidrófitas de flotación libre: estas plantas flotan en la superficie pero no tienen raíces adheridas en el sedimento, estas plantas se mueven libremente con el viento y la corriente del agua. Incluyen especies de lechuga de agua (Araceae), helecho mosquito (Azollaceae), jacinto de agua (Pontederiaceae), lenteja y harina de agua (Lemnaceae).
Fauna de ecosistemas de agua dulce
Muchos mamíferos tales como los castores y nutrias viven principalmente en el agua. La mayoría de mamíferos y reptiles van a la superficie o llegan al suelo para respirar, alimentarse y reproducirse.
Algunos animales, como los osos, llegan a los arroyos y ríos para alimentarse de peces, mientras otros tales como las ratas almizcleras, pueden vivir toda su vida en estanques y ríos.
Los animales que constituyen los ecosistemas de agua dulce son muy diversos, encontrándose en estos ecosistemas diferentes taxones, los cuales cada uno cumple roles importantes en los ecosistemas de agua dulce.
Puede ser que los peces sean el grupo predominante en los cuerpos de agua dulce, seguido por los anfibios, reptiles y mamíferos. Estos ecosistemas albergan un gran número de especies de invertebrados, siendo la gran mayoría microscópicos. Estos pequeños animales son fuente de alimento al principio de la cadena alimenticia en una red compleja en los ecosistemas dulceacuícolas.
Los ecosistemas de agua dulce son muy sensibles a las perturbaciones, de acuerdo a esto, es posible notar el cambio en el funcionamiento de un ecosistema, al estudiar los parásitos intestinales de los peces más grandes, los cuales se alimentan de peces más pequeños que contienen esos parásitos. Cualquier cambio en la composición de estos parásitos puede indicar cambios en el funcionamiento del ecosistema.
Los animales dentro de los ecosistemas de agua dulce participan activamente en el ciclaje de nutrientes, extendiéndose inclusive en el flujo de nutrientes entre los ecosistemas de agua y la atmósfera. Por ejemplo, el pastoreo por peces de arroyo puede llevar a un aumento de cianobacterias resistentes al pastoreo, y por tanto, a un aumento en la fijación de nitrógeno guiando así el flujo total de nitrógeno de la atmósfera.
Importancia de los ecosistemas de agua dulce
Los ecosistemas de agua dulce provee a los humanos un sinfín de beneficios, siendo desde luego, el agua el principal. Estos beneficios impactan directamente en las condiciones sociales, culturales y económicas.
Por ejemplo, la agricultura es una práctica que depende sustancialmente de los ecosistema de agua dulce. Por lo que el cuidado de estos ecosistemas es crucial para la supervivencia de la vida en el planeta.
De acuerdo a lo anterior, los ecosistemas de agua dulce son directamente afectados por las altas temperaturas y por los impactos de las estructuras térmicas.
Referencias
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