Cuando hablamos de abejas, inmediatamente nos imaginamos a estos animalitos de la clase de los insectos volando de flor en flor y produciendo miel en los panales. Pues bien, la importancia de las abejas radica precisamente en que son las mayores y más eficientes polinizadores de la naturaleza.
Entre los insectos y las plantas superiores existe una adaptación mutua (coevolución) que les ha proporcionado ventajas a ambos organismos. En este caso, las abejas se alimentan de las flores, y las flores se benefician de estos insectos al ser polinizadas para su reproducción.
La abeja melífera occidental (Apis mellifera), brinda servicios de polinización con alto valor para el sector agrícola, ya que visita una amplia variedad de cultivos en todo el mundo.
Apis mellifera o abeja común según estudios realizados, es la especie que con más frecuencia visita las flores de los cultivos, además con el 5% de las especies vegetales registradas que solamente son visitadas por este polinizador. Asimismo, el promedio de visitas florales realizadas por la abeja común es más del doble de visitas de todas las especies de abejorros del género Bombus juntas.
Las abejas interactúan más en hábitats con climas cálidos, menos variables, y ubicados en tierra firme en zonas insulares. Sin embargo, su historia de domesticación y transporte intencional de esta especie de abeja por parte del hombre, ha regulado su distribución cosmopolita en todos los continentes a excepción de la Antártida y algunas islas oceánicas.
Aspectos biológicos de las abejas
Las abejas son insectos holometábolos (presentan metamorfosis completa), con dos pares de alas membranosas y pertenecen al orden de los himenópteros, al igual que las hormigas y las avispas.
El primer segmento del abdomen está soldado al tórax y separado del segundo segmento a través de un estrangulamiento acentuado y poseen numerosos tubos de Malpighi como parte de su sistema osmoregulador. Una estructura particular en estos insectos es el corbículo, la cual es una concavidad ubicada a lo largo del margen de la tibia posterior de la abeja que funciona como una cesta para almacenar y transportar polen.
Las abejas forman colmenas con miel y sus castas presentan una notoria diferenciación morfológica. En la colmena existe una reina, zánganos o machos, y obreras estériles.
Comportamiento social de las abejas
Las abejas de la miel son una de las organizaciones de mayor complejidad en el grupo de los insectos. Su organización social se mantiene continua de forma indefinida.
En la colmena pueden encontrarse entre 60.000 a 70.000 abejas. La reina, identificada como la única hembra y sexualmente madura; los zánganos agrupados en algunos cientos, son los individuos machos sexualmente maduros y encargados de fecundar a la reina; y las obreras que forman otro grupo de abejas hembras pero sexualmente inactivas, cuya función es realizar todo el trabajo de la colmena.
Las abejas obreras cuidan y alimentan a los individuos jóvenes y producen la cera necesaria para construir las celdas hexagonales que forman el panal. Además son clave ya que fabrican la miel a partir del néctar colectado de las flores, y en esencia son el vehículo para transportar el polen entre las especies vegetales.
Las obreras quedan esterilizadas debido a una feromona o sustancia producida por la abeja reina en sus glándulas mandibulares. Ahora bien, cuando la abeja reina es muy vieja o muere, el nivel de feromonas disminuye y las obreras desarrollan sus ovarios y pueden producir jalea real para alimentar la larva que se convertirá en la nueva reina de la colmena.
Por su parte, los zánganos mueren luego de aparearse con la reina, y los que permanecen por más tiempo en la colmena son echados por las abejas obreras y mueren de hambre.
Además de esto, las abejas poseen un sistema de comunicación a través de movimientos corporales y las abejas exploradoras informan al resto de las obreras la localización y cantidad de alimento disponible encontrado.
Valor de las abejas en la polinización
La polinización mediada por animales es un servicio ecosistémico vital. Por ello, el rol de las abejas como polinizadores en ambientes naturales es importante por tres razones clave:
- Se estima que el 87,5% de las especies vegetales son polinizadas por animales. Por ejemplo, solo en el caso de Estados Unidos las abejas son responsables de polinizar cultivos por un valor anual de 10 billones de dólares, sin incluir la polinización que también realizan para las plantas forrajeras y la polinización realizada por otros insectos.
- Los polinizadores distintos a A. mellifera están disminuyendo producto de la pérdida o degradación del hábitat y otros factores como pesticidas, patógenos y el cambio climático. En este caso, los servicios de polinización que realizan estos polinizadores pueden ser sustituidos por la abeja común, siempre y cuando soporte estas perturbaciones.
- El incremento en la mortalidad de las colonias de abejas en algunas regiones del mundo pueden darse también en las poblaciones de vida libre de A. mellifera, por lo que es necesario proteger las distintas especies de abejas.
Efectos antrópicos sobre las poblaciones de abejas
El ser humano en su afán de controlar las plagas, ha pasado por alto el papel de los insectos en la naturaleza y ha utilizado insecticidas de amplio espectro que han hecho estragos sobre los insectos tanto perjudiciales para los cultivos, como los benéficos para estos como las abejas.
El peligro latente de estos productos sobre las poblaciones de abejas y otros organismos es que muchos agrotóxicos persisten en el ambiente y pueden acumularse en los animales que se ubican en la cima de las cadenas tróficas. Asimismo, debido a esta aplicación indiscriminada de agrotóxicos, muchas especies de insectos se han hecho resistentes a la acción de los insecticidas de uso frecuente.
Las amenazas permanentes sobre las poblaciones de la abeja de la miel, podrían afectar la reproducción y la dinámica de las poblaciones en hábitats naturales y en la apicultura, y posiblemente afectar la composición y estructura del ensamblaje de las plantas.
A su vez, este efecto sobre las plantas podría repercutir sobre servicios del ecosistema tales como el secuestro de carbono y la capacidad de retención del suelo, todo ello debido a la disminución de las poblaciones de abejas.
Acciones relacionadas con la importancia de las abejas
En los últimos años, la sociedad preocupada por la conservación del medio ambiente y el consumo de alimentos orgánicos, ha logrado que muchos agricultores busquen otras alternativas para controlar las plagas en los cultivos. Por ejemplo, en la biotecnología verde, el uso de controladores biológicos como Bacillus thuringiensis es útil para controlar las plagas como algunos lepidópteros tales como la mariposa de la col, el gusano del tomate y la mariposa gitana, entre otros.
Igualmente, el estudio desde el punto de vista académico es fundamental para conocer la dinámica de las poblaciones y generar acciones conservacionistas. Recientemente, un grupo de investigadores de la Universidad de California en Estados Unidos realizó una síntesis cuantitativa global para comprender en números la importancia de A. mellifera como polinizador en poblaciones nativas e introducidas gracias al estudio de las redes de polinización.
Estas redes de polinización registran la identidad y frecuencia de cada tipo de polinizador visitante de cada especie de planta en una localidad determinada a escala mundial, y permiten determinar la efectividad de polinización realizada por un visitante específico y establecer comparaciones con otros visitantes florales.
Así bien, este estudio cuantifica la importancia actual de la abeja de la miel en comunidades naturales, y el valor de otros polinizadores distintos a A. mellifera para el mantenimiento de la función del ecosistema el cual no puede ser reemplazado por la abeja común.
En la medida de la disponibilidad de datos provenientes de estas investigaciones se podrá estimar cómo influye el rango y tamaño de la población sobre la ecología, evolución, y la conservación de plantas, además de la interacción con otras especies polinizadoras tanto en hábitats naturales como en agroecosistemas, a escala local y global.
Datos de la FAO sobre la función de las abejas
El pasado 20 de mayo se celebró el día mundial de las abejas y la FAO, en ocasión de esta celebración dispuso algunos datos clave sobre el papel de ellas en los agroecosistemas. De esta forma, se les adjudica a estas que cada 3 de 4 cultivos dependen de los polinizadores para producir frutos o semillas para consumo humano.
El aumento de la diversidad y número de polinizadores incrementa el rendimiento de los cultivos, debido a que el 35% de las tierras agrícolas son beneficiadas por los polinizadores, asegurando así la producción de al menos 87 rubros alimentarios en el mundo.
Los productos que requieren de la polinización son beneficiosos para dietas saludables, y por ende ofrecen una mejor nutrición a la población humana.
En lo concerniente, la agricultura sostenible puede reducir el riesgo para los polinizadores al hacer uso de procesos ecológicos en el sistema de producción de alimentos. Además, al proteger las abejas se protege la biodiversidad de muchos polinizadores que ofrecen este servicio ecosistémico gratuito y contribuyen a la seguridad alimentaria.
Referencias
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